miércoles, marzo 31, 2010

¿Se Acerca el Fin del Mundo?



¿Tiene razón Hollywood , el fin del mundo será en el 2012?
¿Qué del Calendario Maya y sus predicciones?
Los recientes terremotos que han sacudido varios países, incluyendo el que sufrió Chile en 1960, que duró 10 minutos con una intensidad de 9.5 en la escala de Richter. ¿Son estos terremotos señal del fin del mundo?
¿Tiene la tierra fecha de vencimiento?
¿Qué del calentamiento global?
¿Qué significa “principios de dolores?
¿Somos dueños de nuestro destino?
La predicción y la comisión del Evangelio: ¿Cuáles son sus implicaciones escatológicas?
¿Cuál es la señal irrefutable y visible que nos pone de cara a “cielos nuevos y tierra nueva”?
¿Existe un fin? ¿Cuál es la fecha de expiración de la tierra? ¿Habrá un cataclismo universal?
¿Qué le quiso decir el Señor en Mateo 24 a sus discípulos?
Todas estas preguntas y más son respondidas en este mensaje del pastor Sugel Michelen con una predicación bíblica y realista pero no sensacionalista.

Le invito a Escuchar esta predicacion haciendo clic sobre el titulo...

viernes, marzo 26, 2010

A La Iglesia Fuera del Camapamento


Por
Alan Richardson

Alguna vez hubo un tiempo cuando yo solía desear que Dios, rápidamente, removiera cada edificio de la iglesia. Soberana y milagrosamente. Una suerte de “rapto” de edificios de iglesia si es que puede imaginárselo. Si eso pasaba, razoné, ambos, tanto el mundo como los cristianos tendrían que descubrir qué era realmente la “iglesia”. ¡Piense sobre esto! No tendríamos más ningún lugar donde “ir a la iglesia”. En vez de eso tendríamos que “SER” iglesia. No tendríamos más que hacer nuestro acto de asistir al “servicio” a una u otra hora determinada en el ritual religioso, y alabar no podría más llevarse a cabo en el “santuario”. ¡Tremendo! ¡Aun más, tendríamos la oportunidad de descubrir lo que es realmente el congregarse del nuevo pacto! ¡Y seriamos confrontados con la realidad de tener que saber lo que realmente significa “iglesia”! ¡Inclusive llegar al punto en que el mundo se enfrentaría con la realidad de un Dios invisible en un pueblo visible! Del lado negativo, cierta gente perdería sus espacios reservados en el estacionamiento. Y – un poco más seriamente – una gran partida de gente bien intencionada perdería cientos, si no millones de dólares que ellos han tirado en proyectos que no tienen ningún valor eterno. Del lado positivo sin embargo, ellos verían una fresca oportunidad, de colocar tanto sus tesoros como su corazón en cosas que sí tienen valor eterno. Y con todo esto, ¡podríamos tener una reforma! Cambié de opinión. Me he dado cuenta que eso nunca sería suficiente.

En los ultimos 10 años de estar “fuera del campamento”, he aprendido que hay un proceso necesario que debe ser mucho más radical (“hasta las raíces”). Y mucho más incómodo. Vea usted, no son las cosas externas las que deben ser impactadas. Son las cosas DENTRO de nosotros. Y esas cosas son mucho más profundas. Están enterradas más allá de las raíces de nuestras tradiciones y cultura en las cosas que actualmente CREAN cultura y tradición. El deseo de identidad, la necesidad de pertenecer, la realización de encontrar un propósito tangible, aceptación de nuestro pares, la comodidad de estar organizados y de encontrar nuestro lugar dentro de la organización… ¡Son fuerzas que nos manejan poderosamente! “Pero espere un segundo aquí”, usted puede estar pensando: “La iglesia es completamente bíblica… ¿no es cierto?” Sí, la palabra “iglesia” esta en la Biblia. Si, es lo que Jesús dijo que él edificaría y las puertas del infierno no prevalecerían contra ella. Pero vamos a echar un vistazo a esa palabra “iglesia”, y a su contexto bíblico. Veamos si por un momento podemos poner nuestras concepciones de lado y aproximarnos a esta palabra “iglesia” objetivamente. Estoy seguro que la mayoría de ustedes saben que traducimos la palabra “iglesia” del griego “ekklesia”. Es de donde sacamos nuestra palabra “eclesiástico” (perteneciente a la iglesia)”. ¿Pero qué es lo que los discípulos estaban diciendo cuando ellos usaban el término “ekklesia” allá por el primer siglo? (Para que sepan, aparece 115 veces en el Nuevo testamento, traducida 3 veces como “asamblea” y 112 veces como “iglesia”). Es una palabra compuesta consistente en dos partes. EK significa “de” o “fuera de”. KLESIS significa “llamado”. Así, la interpretación con la que se concuerda generalmente de EKKLESIA es “aquello que es llamado a salir”.

Ahora, tenga en mente que en el primer siglo, este término no tenía un significado religioso. Para nada. Revise. En Hechos 19:32-41 la revuelta en Éfeso es tres veces referida como “ekklesia”. ¿Iglesia? No, ¡esta es la turba que salio afuera para enterrar a Pablo vivo o muerto! ¡Ellos fueron llamados a salir con un propósito! Cualquier grupo que es llamado con un propósito puede ser una ekklesia. Si, eso significa que el Partido Demócrata o el Partido Republicano pueden ser ekklesia. Pero así también un Club de Automovilistas. Las Chicas Exploradoras serían “aquellas que son llamadas a estar juntas”. Lo mismo los socios de un club de campo. ¿Pero llamaría usted a un grupo de borrachos de una fiesta social nocturna una “iglesia?” Porque eso es lo que son. Ellos también serian una ekklesia. Usted puede llamarlo un Club. (¡Wayne Jacobsen lo hace! – vea en lifestream.org). Los Clubs reflejan un deseo de pertenecer a algo. Pero eso no los hace bíblicos. Hay otra palabra en griego la cual los creyentes usaban para describir “venir todos juntos”. ¿Pero adivine cual es? “Sinagoga” es la palabra griega. Ok, pero qué acerca del texto donde colgaremos nuestro mensaje… el que donde Jesús dice “Yo edificaré mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. ¿No es eso de lo que trata la iglesia? Vamos a echar un vistazo a la palabra “iglesia” y en el contexto en que se encuentra.

La palabra nuevamente es “ekklesia” – salir fuera. Sin embargo, una correcta literalización de este texto debería ser… “Yo Jesús edificaré a aquellos que son llamados a salir fuera de este mundo y los edificaré sobre mí mismo… y las estrategias del infierno estarán imposibilitadas de hacerles frente”. Usted habrá notado que la literalización mencionada trae consigo una pregunta. ¿Dónde entra “iglesia” en eso? ¿Dónde la PALABRA iglesia entra a definir nuestras actuales prácticas de iglesia? La respuesta honesta es que no lo hace. Lo que nos lleva a una pregunta aun más profunda. ¿Primeramente, cómo es que la palabra iglesia llegó ahí? Para aquellos de ustedes que tienen inclinaciones gramaticales, ¿cómo es que una frase descriptiva se convirtió en un sustantivo? ¿Cómo es que algo que era VIDA se convirtió en una institución? Vera usted, en el comienzo, la palabra “ekklesia” era simplemente una descripción de algo que estaba ocurriendo. Eran personas cuyos ojos fueron abiertos a la realidad de la eternidad. Vieron. Quienes vieron las dos dimensiones espirituales como un don para ahora vivir lo bueno de eso. Un pueblo llamado a salir fuera de este mundo y sus Reinos para ir al Reino de Dios, pese a permanecer aun en este mundo ¡porque el Reino de Dios es todo acerca de este mundo! Si nos hubiésemos quedado solo con eso, quien sabe… puede que hubiésemos continuando siendo un cuerpo espontáneo de personas llamadas fuera de este mundo. Pero no somos eso. La palabra “iglesia” de alguna manera se mezcló con nuestra mentalidad de club – deseo de pertenecer/encontrar un propósito/identidad – resultando en una palabra “iglesia” que tomó una vida fuera de toda proporción con respecto a su definición original. La palabra se ha convertido en una vida en sí misma. Una vida que se sostiene por sí misma. Una vida que gobierna nuestras relaciones con Dios y anula nuestra relación entre nosotros. Y LO PEOR DE TODO, CREA UNA IMAGEN QUE NOS IMPIDE VER LO QUE DIOS TIENE EN MENTE.

El concepto “iglesia” se ha convertido en un modelo tan profundamente implantado en nuestro proceso de pensamiento que somos incapaces de comprender a Dios fuera de eso. Y cuando sea que buscamos descubrir los propósitos de Dios en la tierra, los interpretamos a través de este modelo en el cual nos hemos atascado. Es una industria que gasta miles de millones de dólares en sí misma. Peor aun, es divisiva, controladora, legalista y se perpetua a sí misma. A menudo se dice que la mayoría de las iglesias pueden manejarse perfectamente si la presencia se Dios se retira. Y con todo, Dios a menudo ha venido con su manifiesta presencia a sacarnos de la comodidad de nuestra instituciones a sí mismo en una nueva y dinámica forma. Tales visitaciones a menudo han sido ferozmente combatidas por las instituciones de esos días. Por un tiempo, sus llamas han brillado, y aun trajeron frescas revelaciones a todo el cuerpo. Pero la ironía es que cada avivamiento en la historia terminó exactamente donde empezó. En iglesia. En otra denominación. En otra división. Vea usted, no importa cuan radical pueda ser la medida de nuestra revelación, cuan nueva nuestra “nueva cosa”, cuan fuerte sea nuestro llamado a reformar o avivar, el modelo dentro nuestro todavía es “iglesia”. E iglesia es lo que permanece en nuestra dirección y objetivo como meta final. Si usted empezó una cosa totalmente nueva, predicando completamente claras revelaciones a un grupo de gente… ¿cuál será el modelo de ellos? No estoy cuestionando la veracidad de la revelación, o la realidad de la visión. Estoy preguntando cual es el modelo. Porque el modelo que usted muestra es eventualmente lo que usted va a producir. Y si eso no es diferente, usted simplemente está dando otra vuelta más a la montaña.

Cierto, usted habrá impartido revelación, pero en todo lo que se ha convertido, es simplemente en más información. No importa lo que usted diga sobre la iglesia “orgánica” o “de relación”. Si lo que usted esta haciendo es pararse en frente de un grupo de personas cada semana, ¿qué es lo que ellos ven? ¿Cuál es su modelo? Un hombre parado en frente de un grupo de gente… Todo apunta hacia el manejo de un hombre: el hombre en el frente. Y eso es lo que usted terminará edificando. Ese es el modelo. No es lo que usted dice, ¡sino lo que usted hace! Pero dirá usted “pero esa es la manera en que siempre se hizo…” Y usted está en lo cierto. Excepto cuando empezó todo. Y no, No estoy hablando de Jerusalén. El modelo de Jerusalén era el Templo. Eso tiene muchos lados positivos. Las piedras vivas se edificaban en forma conjunta, era algo relacional. Estaba allí para que todo el mundo lo vea, era un testimonio… Fue edificado en forma conjunta para la gloria de Dios; era un bastión para el Reino en la tierra. Pero el objetivo del templo todavía se tiene para lo que va dentro de eso. La palabra operativa para el mundo que lo rodeaba era “venir” en vez de “ir”. Tiene la inevitable tendencia hacia la mentalidad de espectador y el actuar de unos pocos, lo cual conduce a un sistema jerárquico. Por necesidad debe tener programas que le indiquen cuando usted debe irse y esperar que algo esté sucediendo. Y desde luego necesitaba de mucho mantenimiento… Era todavía la iglesia. Y eso es todo lo que hemos avanzado después de 2.000 años. Pero hubo otro hombre. El fue malinterpretado, generalmente rechazado. Ninguno de los apóstoles originales. Nunca había visto a Jesús con ellos. Ni siquiera vio crucificado al Maestro. Pero tuvo la audacia de decir que él tenía un modelo diferente. Más aun, el dijo que fue arrebatado al Cielo para verlo. Y no fue un Templo, era, según dijo, Un Cuerpo.

Un Cuerpo era el Templo, en eso se relacionaba, cada pieza se edificaba conjuntamente. Pero había una gran diferencia. En un Cuerpo, cada parte tiene una función. Ninguna parte era más importante o necesaria que otra. A diferencia del Templo, la actividad no se hacía adentro. La actividad se manifestaba afuera. Y más aun… se movía. Se IBA. Cada parte estaba completamente en contacto con la cabeza. No había horas especiales ni días, funcionaba todo el tiempo porque ERA (y ES). Esto no era información o rendimiento. Esto era una VIDA. Porque ERA la Vida. Debido a eso traía VIDA. Tomaba Vida continuamente de la cabeza. Podía sentir, estaba en contacto con el mundo porque estaba EN EL, si bien no era DE el. No tenía una mentalidad de “refugio”. No estaba aquí para crear su propio Reino donde refugiarse contra las trampas de este mundo. Su meta era poner el Reino de Dios – la VIDA que expresaba – dentro del Reino de Este Mundo y vencer. Traer luz en las tinieblas, esperanza en la desesperación, amor donde hay odio, aceptación donde hay rechazo, propósito donde hay desesperanza. Esto era – y va a ser – la personificación viva de Jesús sobre la tierra. Por eso este hombre no tuvo miedo de dejar un grupo de nuevos creyentes solos por su cuenta sin apoyo. Algunas veces a pocos días de haberlos visto entrar en el Reino.

Otra cosa más acerca del Cuerpo. Un templo no puede convertirse en una novia. Pero un Cuerpo si. ¿Así que qué es lo que hacemos? ¡Por favor! De nada sirve que deje de llamarlo iglesia y lo llame Cuerpo. Eventualmente no va a engañar a nadie incluyéndose a usted mismo. Una sugerencia. Trate de quitar la palabra “iglesia” de su vocabulario. Usted se va a sorprender del esfuerzo que eso tomará. Pero le forzará a pensar de nuevo. Y esto es tal vez lo que Dios esta haciendo ahora mismo en todo el mundo… El está sacando a hombre y mujeres hacia El mismo. No en una organización, sino usualmente DE las organizaciones con todo no para ser independientes, sino con el tiempo El nos conduce a juntarnos, para aprender interdependencia. Una cosa es salir fuera del campamento. Pero muchos de nosotros hemos aprendido la realidad de que es otra cosa completamente diferente que el campamento salga de nosotros. Pero mientras continuemos abrazando el proceso, ¡estaremos listos para la realidad! “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él. (Col. 2:6)

¡Bienvenido a la peregrinación!

domingo, marzo 21, 2010

¿Estudiar Teologia?

Por Joshua Harris

Como sea que lo describes, vale la pena leer este libro. Especialmente si estas teniendo un tiempo difícil al enraizar tu pasión en Dios en una verdad bíblica inmutable. Pero aunque veas la teología y la devoción conectadas integralmente, el libro de Josh alimentara tu deseo de conocer y amar a Dios más profundamente, precisamente y apasionadamente.
Mientras nos cuenta de su propio viaje teológico (en un capitulo donde habla de su Padre), Josh derrama luz en la importancia de la doctrina, de la naturaleza de Dios, de la Escritura, de la Encarnación, la Expiación, Santificación, el Espíritu Santo, y la iglesia. En su capítulo final, llamado “Humble Orthodoxy”, (Humilde Ortodoxia) Josh aporta sabiduría practica en discernir la “delgada línea entre contender por la verdad y ser contencioso.” (p.222)
Algo de mis citas favoritas:
“Grande no es igual que profundo.” (p.25)
“La forma en la que estamos relacionados con la Escritura revela como vemos a Dios mismo.” (p.66)
“Muchos cristianos están más interesados en perseguir una emoción acerca de Jesús que en perseguir a Jesús mismo y meditar y pensar acerca de la verdad de quien es El.” (p.86)
“No es suficiente que simplemente conozcamos la verdad. Dios quiere que la sintamos, la creamos, y la percibamos en la manera más profunda y personal.” (p.191)
“En la eternidad veremos la estupidez de la justicia propia y de discutir sobre lo que no es esencial. Pero también veremos con claridad penetrante que tan esencial realmente es lo esencial. Veremos cuan preciosas son las verdades del evangelio.” (p.229)

In English

However you describe it, it’s worth reading. Especially if you have a difficult time rooting your passion for God in unchanging biblical truth. But even if you see theology and devotion as integrally connected, Josh’s book will feed your desire to know and love God more deeply, accurately, and passionately.

In the midst of telling his own theological journey (as well as a chapter on his Dad), Josh sheds light on the importance of doctrine, God’s nature, Scripture, the Incarnation, the atonement, sanctification, the Holy Spirit, and the church. In his final chapter, called “Humble Orthodoxy,” Josh gives practical wisdom on discerning the “fine line between contending for truth and being contentious.” (p. 222)

A few of my favorite quotes:

“Big doesn’t equal deep.” (p. 25)
“How we relate to Scripture reveals how we view God himself.” (p. 66)
“Many Christians are more interested in chasing a feeling about Jesus than pursuing Jesus himself and reviewing and thinking about the truth of who he is.” (p. 86)
“It’s not enough that we simply know truth. God wants us to feel it, to believe it, and to apprehend it in the deepest, most personal way.” (p. 191)
“In eternity we’ll see the silliness of self-righteousness and quarreling over the nonessentials. But we’ll also see with piercing clarity just how essential the essentials really are. We’ll see just how precious the truths of the gospel really are.” (p. 229)

DugDownDeep_Carnahan.mov from Covenant Life Church on Vimeo.


Porque es bueno estudiar la teologia? ahi les comparto este video, esta en ingles pero creo que para los que no sabemos muy bien esta lengua tenemos a alguien que nos pueda traducir

jueves, marzo 18, 2010

Dolor y Esperanza

Les dejo este video con la muy conocida canción "EVERYBODY HURTS" grabada por conocidísimos artistas internacionales: tiene imágenes que necesitamos ver: DOLOR Y ESPERANZA.

¡La Autoridad Final, y Punto!



La Autoridad Final, y Punto.
1 Pedro 4:11
Por John MacArthur

¡Cualquier que fielmente y correctamente proclame la Palabra de Dios hablará con autoridad!

No es nuestra propia autoridad. No es ni siquiera la autoridad eclesiástica adscrita a la oficina de un pastor o maestro en la iglesia. Se trata de una autoridad aún mayor que eso. En la medida en que nuestra enseñanza refleje con exactitud la verdad de la Escritura, tendrá todo el peso de la autoridad de Dios detrás de ella. Esa es una idea sorprendente, pero es precisamente cómo 1 Pedro 4:11 nos enseña a manejar la verdad bíblica: “El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios”.

Por supuesto que es una profunda amenaza a la tolerancia de una sociedad que ama su pecado y piensa en el compromiso como algo bueno. Hablar con audacia y declarar que Dios ha hablado de forma definitiva no es ni elegante ni políticamente correcto. Pero si de verdad creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, ¿cómo podemos manejarla en otra manera?

Muchos evangélicos modernos y atemorizados por la demanda post-modernista para el latitudinarismo, afirman que creen en las Escrituras, pero luego evitan proclamarla con toda autoridad. Están dispuestos a servir a la verdad de las Escrituras de labios para afuera, pero en la práctica la despojan de su autoridad, tratándola como otra opinión más en la gran mezcla de las ideas post-modernas.

Ni la Escritura ni el sentido común permiten una perspectiva de este tipo. Si la Biblia es verdadera, entonces también es autoritativa. Como verdad divinamente revelada, lleva todo el peso de la autoridad de Dios. Si usted afirma creer en la Biblia totalmente, usted finalmente debe someterse a su autoridad. Eso significa hacerla el árbitro final de la verdad —la regla por la cual se evalúa cualquier opinión—.

La Biblia no es sólo otra idea para ser lanzada al debate público y ser aceptada o rechazada a conveniencia de cada individuo. Es la Palabra de Dios, y exige ser recibida como tal, para exclusión de todas las demás opiniones.

domingo, marzo 14, 2010

Bienvenido/a a este Blog!

EL Blog: “Fuera del campamento” no es el resultado de un exhaustivo y difícil trabajo de mi parte. En realidad, es más bien el fruto del trabajo de hombres que en verdad han buscado a Dios y han conocido Sus caminos y han sido inspirados por el E.S como mensajeros de Dios para estos últimos tiempos. El nombre del Blog me lo dio el Señor de Su misma Palabra, cuando entendí que debía “salir” del sistema religioso organizado por los hombres, para encontrarme con Jesús quien estaba “fuera del Campamento” (He.13:13-14)

Mi propósito es facilitar la búsqueda al creyente genuino que tiene hambre de Dios, un lugar donde pueda encontrar alimento fresco del E.S dado a hombres y mujeres de diferentes lugares del mundo y que tiene una mismo sentir del E.S para estos tiempos finales.

No tengo la intención de levantar seguidores para este Blog o formar un grupo en la red, el que quiera hacerlo, en libertad lo puede hacer, solo quiero ser instrumento de Dios para Sus propósitos eternos, haciendo Su voluntad y procurando andar en las obras que solo El preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Hoy en día existe mucho Humanismo y Sicología en tantas denominaciones con apariencia de piedad, pero son solo obras de hombres. Dios en Su fidelidad siempre ha tenido, a través de los siglos, un testigo fiel y verdadero, y en esta generación el también ha levantado hombres y mujeres en medio de tanta apostasía y frialdad que nos rodea.

Pero aun en medio de tanta confusión y mezcolanza tenemos la Palabra pura, la exposición de la Palabra limpia, sin aditivos, para el presente tiempo que vivimos. El pueblo del Señor necesita maestros que estén en lo secreto de Dios para traer la Palabra no adulterada y discernir entre la Verdad y el error.

Que Dios pruebe los corazones de sus ministros por todas partes para que puedan discernir cuáles son sus verdaderos motivos: Llevar al pueblo de Dios a la libertad de la relación de un HIJO con el PADRE…… o mantenerlo bajo su control y autoridad, como borregos bajo una estructura eclesiástica/religiosa.

La Palabra venida del corazón de Dios es lo que hoy necesitamos. Un alimento puro, no adulterado, no lo que la gente quiere oír, sino lo que Dios esta hablando a Su Iglesia, que verdaderamente ayude al pueblo de Dios a tener una visión clara del tiempo que vivimos, de lo que Dios tiene para decirnos hoy.

En este Blog tampoco vamos a debatir doctrinas ni posturas, no es para eso. Para eso hay muchas web y blogs y foros “cristianos” donde puedes proponer un tema y pasaras una tarde muy “amena”. La única intención de este Blog es traer palabra fresca, bendecir y aportar al crecimiento y madures del pueblo de Dios

Mi oración y anhelo del corazón es que quien visite este blog , encuentre a solo un clic las enseñanzas de estos hombres que han estado en lo secreto de Dios inquiriendo en Su presencia, y rasguen nuestro corazón y nos confronten con la verdad de la Palabra. Que la comida espiritual que aquí hay se convierta en la misma que la de nuestro Señor Jesús: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y acabe Su obra” que solo seamos motivados por lo que Él tiene y quiere para nuestras vidas. Que lleguemos a ser los hijos que han perdido completamente la capacidad, para decir o hacer nada, aparte de Jesús. Seremos perseguidos, calumniados, aborrecidos, pero siempre rehusando co-edificar, trabajar o gobernar la nueva versión humana del reino de Dios.

En Él,

Marta Villarreal

Apoc.3:10-13

jueves, marzo 11, 2010

Reflexión Sobre el Pedido de Jesús de Arrepentirnos

Por John Piper

Como parte de mi sabático en Cambridge, Inglaterra, estoy trabajando en un libro con el título tentativo de Lo que Jesús pide al Mundo. El pedido de arrepentirnos es lo más esencial del mensaje de Jesús. Es igualmente esencial, y casi sinónimo del mandato “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). Algo que me ocupa en este momento es demostrar que el arrepentimiento en el mensaje de Jesús no se trata de un cambio en el comportamiento, sino de un cambio interno que da lugar a un nuevo comportamiento centrado en Dios y exaltador de Cristo. A continuación algunas ideas que ayudarán a aclarar el significado del arrepentimiento.

Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17)

No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. (Lucas 5:32)

Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. (Mateo 12:41)

Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. (Lucas 13:3, 5)

El primer pedido del ministerio público de Jesús fue, “Arrepentíos.” El dio este mandato indiscriminadamente a todos quienes le escucharan. Es un llamado a un cambio interior radical hacia Dios y el hombre. Dos cosas nos muestran que el arrepentimiento es un cambio interno de la mente y del corazón, más que el simple dolor por el pecado o el simple perfeccionamiento del comportamiento. Antes que nada, el significado de la palabra griega (metanoeo), en español “arrepentíos”, apunta en esta dirección. Está formada de dos partes: meta y noeo. La segunda parte (noeo) se refiere a la mente y sus pensamientos, percepciones, disposiciones y propósitos. La primera parte (meta) es un prefijo que generalmente significa movimiento o cambio.1 Así, el significado básico del arrepentimiento es el experimentar un cambio de las percepciones, disposiciones y propósitos de la mente.

Otro factor que apunta a este significado de arrepentimiento es la forma en que Lucas 3:8 describe la relación entre el arrepentimiento y el nuevo comportamiento. Dice así, “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.” Y luego da algunos ejemplos de los frutos: “Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.” (Lucas 3:11). Esto significa que el arrepentimiento es lo que sucede dentro de nosotros que da fruto a un nuevo comportamiento. El arrepentimiento no son los nuevos actos, sino el cambio interno que da como fruto actos nuevos. Jesús pide que vivamos este cambio interno.

Porqué? Su respuesta es que somos pecadores. “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” (Lucas 5:32). Cómo veía Jesús el pecado? En la parábola del hijo pródigo, Jesús describe el pecado del hijo así: “y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente… [y] consumiendo [sus bienes] con prostitutas” (Lucas 15:13, 30). Pero cuando el hijo pródigo se arrepiente dice, “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. No soy digno de ser llamado tu hijo.” Es decir que desperdiciar tu vida viviéndola perdidamente y con prostitutas no solo lastima a los humanos; también es una ofensa contra el cielo—es decir, contra Dios. Esta es la naturaleza esencial del pecado. Es una agresión a Dios.

Vemos esto de nuevo en la forma en que Jesús enseñó a sus discípulos a orar. Les dijo que recen así: “Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” (Lucas 11:4). En otras palabras, los pecados que Dios perdona se comparan con los que otras personas cometen contra nosotros, y éstos se llaman deudas. Así, Jesús veía el pecado como algo que deshonra a Dios y nos pone en deuda para restaurar el honor divino que hemos difamado con nuestro comportamiento o actitudes, desvalorando a Dios. Esta deuda es pagada por el mismo Jesús. “El hijo del hombre vino. . . para dar su vida en rescate por muchos.” (Marcos 10:45). Pero para que podamos disfrutar de este regalo debemos arrepentirnos.

Arrepentirse significa experimentar un cambio de mente que nos haga ver a Dios como verdadero y hermoso, y digno de toda nuestra alabanza y obediencia. Este cambio de mente abarca igualmente a Jesús. Sabemos esto porque Jesús dijo, “Si Dios fuese vuestro Padre, me amaríais, porque yo vengo de Dios.” Ver a Dios con una nueva mentalidad incluye ver a Jesús con una nueva mentalidad.

Nadie está excluido del pedido que Jesús hace de arrepentirse. El lo dijo bien claro cuando un grupo de gente vino a él con la noticia de dos calamidades. Gente inocente había muerto en la masacre de Pilatos y en la caída de la torre de Siloé (Lucas 13:1-4). Jesús aprovechó la ocasión para advertir a quienes traían la noticia: “Antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:5). En otras palabras, no pienses que las calamidades significan que algunas personas son pecadoras y necesitan arrepentirse y otras no. Todos necesitan arrepentimiento. Al igual que todos necesitan nacer de nuevo porque “Lo que es nacido de la carne, carne es.” (Juan 3:6), así, todos deben arrepentirse porque todos son pecadores.

Cuando Jesús dijo, “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:32), no quiso decir que algunas personas son tan buenas que no necesitan arrepentirse. Quiso decir que algunas personas piensan que lo son (Lucas 18:9), y otros ya se han arrepentido y han aclarado las cosas con Dios. Por ejemplo, el deseo del joven rico “por justificarse” (Lucas 10:29) mientras “el cobrador de impuestos. . . se golpea el pecho, diciendo, ‘Dios, ten piedad de mi, soy pecador!’ [y] se fue a su casa justificado [por Dios!]” (Lucas 18:13-14).

Así, nadie está excluido. Todos necesitamos arrepentirnos. Y la necesidad es urgente. Jesús dijo, “Antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” Qué quiso decir con pereceréis? Quiso decir que el juicio final de Dios caerá sobre aquellos que no se arrepientan. “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar” (Mateo 12:41). Jesús, el Hijo de Dios, está advirtiendo a la gente sobre el juicio que vendrá, y ofrece liberarnos de él si nos arrepentimos. De lo contrario, Jesús tiene tres palabras para nosotros, “Ay de ti!” (Mateo 11:21).

Es por esto que su pedido de arrepentimiento es parte del mensaje central que dice que el Reino de Dios está cerca. “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.” (Marcos 1:15). El Evangelio—la buena nueva—es que la ley de Dios ha llegado en Jesús para salvar a los pecadores antes de su segunda venida en el día del juicio. De manera que el pedido de arrepentirnos se basa en la oferta de la gracia para perdonar, y en la advertencia de que un día aquellos que rechazan la oferta perecerán en el juicio de Dios.

Después de resucitar de entre los muertos, Jesús se aseguró de que sus apóstoles continuaran con su llamado al arrepentimiento en todo el mundo. El dijo, “Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día, y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:46-47). De manera que el pedido de Jesús de arrepentirnos llega a todas las naciones. Llega a nosotros, quienquiera que seamos, y donde quiera que estemos, y nos reclama. Este es el pedido de Jesús para todas las almas: arrepentíos. Tengan un cambio interno profundo. Remplacen todas las percepciones, disposiciones y propósitos que deshonran a Dios, que subestiman a Cristo, por unas que atesoren a Dios y exalten a Cristo.