sábado, diciembre 26, 2009

La Regeneración contra la Idolatría de la Decisión en el Evangelismo (Paul Washer)



Amados hermanos en Cristo Jesus, gracias doy a Dios por cada uno de ustedes que visitan este blog, les pido que me lleven en sus oracionea; solo quiero que este espacio sea para la Gloria y exaltacion del Señor Jesus como el único Salvador del mundo. Todo el material que subo aqui es de hombres que han sido lavados y regenerados por la sangre del cordero y que caminan diarimante en arrepentimiento, creciendo en santidad, pero no se trata de exaltarlos a ellos ( y menos a mi) se trata todo acerca de EL, de Dios, de Jesus el Cristo, del mensaje que el Espiritu Santo esta dando en estos ultimos tiempos a traves de sus vidas, a quien doy toda gloria y honra.
Gracias por todo su apoyo, el animo y la bendicion que han sido todos los que continuan visitando este espacio creado para exaltar el nombre del Señor y el verdadero evangelio, mi deseo es que sigamos creciendo en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesuscristo, Quien pronto volverá! que tengan un año 2010 guiados de la mando de El...."a predicar el año agradable del Señor" Lc.4:19

lunes, diciembre 21, 2009

La Exaltacion de la Sensualidad

Por el pastor Chuy Olivares

Mat 24:38-39 “Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”

El Diccionario de la Real Academia Española define la sensualidad como una propensión excesiva a los placeres de los sentidos. Una persona sensual se dedica a satisfacer los gustos naturales, los deleites de la carne, y se ocupa de las cosas que incitan y satisfacen su vista, su tacto, su gusto, su oído y su olfato.

1Jn 2:15-16 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

La versión Biblia en Lenguaje Sencillo (BLS) lo pone en estas palabras:

1Jn 2:15-16 No quieran ustedes ser como los pecadores del mundo, ni tampoco hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen, no aman a Dios el Padre. Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo.

Y estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la ambición de tener todo lo que vemos y el orgullo de poseer muchas riquezas.

¿ Quiénes son los sensuales?

Judas 1:17-19 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; ¨ los sensuales¨, que no tienen al Espíritu.

En esta escritura, la palabra sensuales se tradujo del griego psuquikos, que define a una persona sensitiva, llevada por la mente natural, esto es, que no ha nacido de nuevo. Diríamos, siguiendo con la línea de esta serie, que se trata de alguien que practica un cristianismo sin sangre. Este mismo término, psuquikos, aparece también en una de las cartas del apóstol Pablo:

1Co 2:14 Pero el hombre natural (psuquikos) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Y revisando otras traducciones de Judas 1:19 podemos encontrar más detalles sobre el hombre sensual:

Biblia Al Día (BAD): Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.

Dios Habla Hoy (DHH): Estos son los que causan divisiones, viven sensualmente y no tienen al Espíritu.

Biblia de Navarra (EUNSA): Estos son los que crean divisiones, hombres meramente naturales, que no tienen el Espíritu.

La Biblia de Las Américas (LBLA): Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu.

Palabra de Dios para Todos (PDT): Esos son los que causan división, viven de acuerdo a los instintos naturales y no tienen el Espíritu.

Biblia Versión del Oso (SSE): Estos son los que hacen divisiones, son como animales, no teniendo el Espíritu.

Los seres humanos tenemos, todos, un lado sensual que debe ser sujetado y dominado por el nuevo hombre. El cristianismo actual, sin embargo, en lugar de sujetarlo parece alentarlo con frases como yo creo, yo siento, yo pienso, todo se centra en el yo, en los sentidos naturales, en lo terrenal

Es así como el pragmatismo, una filosofía que básicamente rechaza la existencia de verdades absolutas, parece reinar entre muchos que se dicen creyentes. No son pocos los que diciéndose cristianos, afirman que las ideas pueden cambiar y los conceptos variar para acomodarse a la actualidad, a la moda. Así por ejemplo, aunque el mandamiento bíblico dice “no fornicarás”, el pragmático dice “bueno, ciertamente eso dice la Biblia, pero si la pareja se ama, entonces no es malo”.

También está entre nosotros en la iglesia de hoy el subjetivismo, que es lo relativo al modo personal de pensar o de sentir. Así por ejemplo, aunque la Biblia es clara respecto a la existencia del infierno como un lugar de castigo al que van los que no han desdeñado al Señor, hay quienes dicen “yo pienso, yo creo, yo siento que un Dios de amor no echará a nadie al infierno”.

Y qué decir del sincretismo, que es un sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes en una sola. El ecumenismo irracional es el mejor ejemplo de ello.

¡Todas estas filosofías están inmersas en la forma en que muchos viven el cristianismo hoy en día! Se trata de un cristianismo sensual, promovido por hombres carnales que han entrado a la iglesia pero no han nacido de nuevo, no han sido lavados por la sangre de Cristo ni tienen al Espíritu Santo, tal como era la gente en los días de Noé.

Mat 24:38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo…

Revisemos las palabras usadas en el original para tener un mayor entendimiento al respecto.

Comiendo se tradujo del griego trogo que habla de mordisquear, morder o mascar en un proceso lento. Se trata de una práctica a la que los mundanos sensuales se dedicaban de una manera excesiva, sólo para satisfacer los sentidos, que los llevó a dejar lo verdaderamente importante, el amar a Dios, el caminar con Dios, el obedecer a Dios.

Bebiendo se tradujo del griego pino, que significa literalmente embriagarse con vino, tal como ahora mismo ocurre con las ovejas de un pastor que se jacta de llevarlas él mismo a beber a un antro, en una actitud claramente contraria al cuidado que el Señor demanda a los pastores. Pero también tiene un significado figurado, que podemos encontrar aquí:

Apo 18:3-4 Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados.

Aquí la palabra deleites se tradujo del griego strenos, que figurativamente habla de un lujo insolente y voluptuoso, de orgullo, soberbia, desvergüenza, de complacencia en los deleites sensuales. Es lo que caracteriza en nuestros días al enfoque que algunos predicadores le dan al evangelio, centrado en la obtención de riquezas y beneficios para el creyente, alejado ya del verdadero cristianismo.

Rom 1:29-32 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.

Revisemos, para un mejor entendimiento, Romanos 1:32 en varias versiones:

(BLS) Saben que Dios ha dicho que quienes hacen esto merecen la muerte, pero no sólo siguen haciéndolo sino que felicitan a quienes también lo hacen.

(DHH) Saben muy bien que Dios ha decretado que quienes hacen estas cosas merecen la muerte; y, sin embargo, las siguen haciendo, y hasta ven con gusto que otros las hagan.

La sensualidad es una característica de los hombres de los últimos tiempos; el culto al físico y al goce del entretenimiento son algunas de las industrias más prósperas. La gente de hoy no escatima en gastos y en esfuerzos para verse mejor y disfrutar de la vida a cualquier precio. Aparecen ofertas en hoteles, casinos, resorts y lujosos cruceros a donde la gente acude gozosa, en medio de un frenesí de sensualidad, de algarabía y de diversión. No son pocos los que incluso se ocupan de modificar su rostro y de cultivar su cuerpo en gimnasios o clínicas de cirugía estética, todo con tal de desarrollar los músculos y proyectar la imagen de símbolo sexual, mientras las mujeres se afanan en engañar al tiempo estirando sus arrugas e incrementando el volumen de sus pechos, sus glúteos y todo lo que sea necesario para asemejarse a las figuras del cine y de la farándula.

Esa misma sensualidad, hay que decirlo, ha invadido la Iglesia. El hedonismo y la sensualidad ha alcanzado lo mismo a predicadores que a cantantes que sólo salen a ministrar habiendo pasado por las manos de su maquillista o su asesor de imagen, quienes presentan desde actos de circo hasta desfiles de moda en sus congregaciones, cuyas reuniones se han transformado en verdaderos espectáculos que buscan competir -casi siempre sin éxito- con las grandes producciones del mundo. Los cautivantes y rimbombantes eventos cristianos son una alfombra roja para el paso del placer y del glamour, una aproximación al mundo.

Es una pena observar que por este despliegue de sensualidad, muchas iglesias están llenas a reventar. La sensualidad, según se ve, atrae a las multitudes; el fin, para los pragmáticos, justifica los medios. Muchos líderes han sido ya seducidos y se están acomodando a las corrientes del mundo; vociferan que las estrategias que aplican están dando resultados, y predican un evangelio diluido, falso, no les importa utilizar métodos fraudulentos y medios que ciertamente atraen a las personas, pero que no convierten el corazón.

Algunos argumentan con base en 1 Corintios 9:20 que así como Pablo se hizo judío para ganar a los judíos, así nosotros debemos aplicar los métodos del mundo para atraer a la gente y podemos hacernos raperos, góticos, darkettos, emos o cualquier otra cosa para alcanzarlos a todos. Los que plantean este argumento, simple y llanamente, están dando rienda suelta a su sensualidad. El ejemplo de Pablo no es argumento para defender lo anterior: ser judío no es una moda ni un estilo, lo que el apóstol enseña en ese pasaje está muy lejos de lo que hoy plantea el liberalismo de los líderes sensuales. Pablo jamás comprometió las verdades esenciales del Evangelio para ganar para Cristo a las personas, él nunca traicionó el Evangelio, ni lo diluyó, ni lo abarató como suelen hacerlo los sensuales infiltrados en la iglesia de hoy.

Lo que realmente convierte al pecador es exclusivamente la locura de la predicación del Evangelio de la Cruz, de la negación del yo, andar por el camino angosto, el arrepentimiento, el nacer de nuevo.

En este escenario de evidente sensualidad religiosa, incluso, han emergido talentosos showman autoproclamados predicadores, gente que posee la chispa y el carisma artístico para mantener entretenidas y embelesadas a cientos de miles de personas embelesadas que disfrutan de su capacidad histriónica, de su don de bufones. Estos actores, al final de su show evangélico, le dan una pequeña embadurnada de Biblia a sus mensajes citando algún pasaje para aparentar ser predicadores de la Palabra de Dios. ¡Qué insulto al Señor! ¡Cristo no fue un payaso que deseaba entretener a su audiencia, ni bailoteó al son que le tocó el mundo! Él es el Rey Soberano que volverá por aquellos que le amaron y que lo esperaron con anhelo y paciencia como Noé, que tardo 120 años en construir el Arca que lo salvó, y que mientras venía el juicio se dedicó a pregonar el arrepentimiento y el volver a Dios. Pero sospecho que como sucedió en los días de Noé, que sus contemporáneos no le creyeron y siguieron dándole rienda suelta a su sensualidad, así está la presente generación: su corazón está lleno de glotonería evangélica sensual y su alma está contenta al satisfacer sus sentidos con un buen show milagrero y aparentemente evangélico.

Los sensuales modernos son enemigos de la cruz de Cristo.

Fil 3:18-19 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.

(BAD) Fil 3:18-19 Como os he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo. Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Sólo piensan en lo terrenal.

Pocas veces habló Pablo con la intensidad con que expresa estas palabras a los Filipenses: ¡él mismo reconoce que las dice llorando! La razón de su dolor es muy precisa: está desenmascarando a los enemigos de la cruz de Cristo. ¿Qué cosa tan grave hacían que provocaron tanto dolor en el amado apóstol? Dos cosas se pueden ver en estos versículos como características de esta clase de cristianos: su sensualidad y su amor al mundo.

“Cuyo dios es el vientre”, dice Pablo. Esto nos habla de personas que viven en deleites, en placeres. Son sensuales. Pablo identifica a esta clase de supuestos cristianos como “amadores de los deleites más que de Dios” en 2ª Tim.3:4. Pedro por su parte también hace referencia a ellos en 2ª Pedro 2:13 como “los que tienen por delicia el gozar de los deleites cada día”. Y en Judas 18-19 se les describe como “burladores que andarán según sus malvados deseos… los sensuales, que no tienen al Espíritu”.

Si en los días en que Pablo escribió a los Filipenses ya existían los sensuales, en estos últimos tiempos han inundado la Casa de Dios, son una plaga que ha crecido a pasos agigantados.

Queda claro: como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Esos días se han acercado. Los estamos viviendo. Apenas un poco más y el que ha de venir, vendrá.


¿Ha Nacido Usted de Nuevo?

Escrito por: J.C.Ryle

Jesucristo dijo, “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Esta es una de las cuestiones más importantes en la vida de todo ser humano.

No es suficiente responder “Soy miembro de una iglesia; supongo que soy cristiano”. Miles de cristianos nominales no muestran señal alguna de haber nacido de nuevo, las cuales se mencionan en las Sagradas Escrituras, principalmente en la Primera Epístola de Juan.

1) No practica el pecado.

En primer lugar, el apóstol Juan escribió: “Todo aquel que es nacido de Dios no comete pecado” (1 Juan 3:9). “Todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado” (5:18).

Aquella persona que ha nacido de nuevo, que ha sido regenerada, habitualmente no comete pecado. No exhibe una inclinación total hacia el pecado. Probablemente hubo algún tiempo en que dicha persona no se detenía a pensar si sus acciones eran pecaminosas o no, y no siempre sentía aflicción tras hacer el mal. No había una lucha entre él y el pecado; ambos eran amigos. Pero un verdadero cristiano odia el pecado, huye de él, lucha en su contra, lo considera su mayor calamidad, resiente la carga de su presencia, sufre cuando cae bajo su influencia, y anhela liberarse completamente de él. El pecado ya no le place; se ha convertido en algo horrible y que odia. Sin embargo, no puede eliminar su presencia dentro de él.

Si dijese que en él no hay pecado estaría mintiendo (1 Juan 1:8). Pero sí puede decir que odia el pecado y que el mayor deseo de su alma es no cometer pecado en absoluto. No puede evitar tener malos pensamientos, omisiones y defectos tanto en sus palabras como en sus acciones. El sabe que “en muchas cosas ofendemos” (Santiago 3:2). Pero puede decir con certeza, delante de Dios, que estas cosas le ocasionan dolor y pena, y que su ser no se complace en ellas. ¿Qué diría el apóstol de usted?, ¿Ha nacido usted de nuevo?

2) Cree en Cristo.

En segundo lugar, San Juan escribió: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios” (1 Juan 5:1).

Un hombre que ha nacido de nuevo, que ha sido convertido, cree que Jesucristo es el único Salvador que puede perdonar su alma, que El es la persona divina designada por Dios Padre para dicho propósito, y que fuera de Él no hay salvación alguna. En sí mismo no encuentra valor alguno. Pero tiene confianza plena en Cristo, en que todos sus pecados le han sido perdonados. Puesto que ha aceptado la obra completa y la muerte de Cristo en la cruz, el cree que es considerado justo delante de Dios, y puede esperar la muerte y el juicio final sin miedo.

Podrá tener temores y dudas. Inclusive decir que a veces siente como si no tuviera fe en absoluto. Pero pregúntele si está dispuesto a confiar en cualquier cosa o persona en vez de Cristo, y verá lo que le responderá. Pregúntele si depositaría su esperanza de vida eterna en su propia bondad, sus propias obras, sus oraciones, su guía espiritual, o su iglesia, y escuche su respuesta. ¿Qué diría el apóstol de usted?, ¿Ha nacido usted de nuevo?

3) Hace justicia.

En tercer lugar, Juan escribió: “Todo el que hace justicia es nacido de El” (1 Juan 2:29).

El hombre que ha nacido de nuevo, ósea que ha sido regenerado, es un hombre santo. El busca vivir acorde a la voluntad de Dios, hacer las cosas que agradan a Dios y evitar aquellas que Dios aborrece. El desea mirar continuamente a Cristo como ejemplo a seguir y como su Salvador, y demostrar ser su amigo guardando sus mandamientos. El sabe que no es perfecto. Es consciente de su corrupción inherente. Percibe un principio de maldad dentro de sí mismo que lucha constantemente por separarle de la gracia de Dios. Pero él no lo consiente, aunque no puede prevenir su presencia.

Aunque a veces puede sentirse tan despreciable al punto de cuestionarse si en verdad es cristiano o no, aun así será capaz de decir, como John Newton, “no soy lo que debería ser, no soy lo que quiero ser, no soy lo que espero ser en otro mundo; pero aun así no soy lo que fui alguna vez, y por la gracia de Dios soy lo que soy”. ¿Qué diría el apóstol de usted?, ¿Ha nacido usted de nuevo?

4) Ama a otros cristianos.

En cuarto lugar, Juan escribió: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida en que amamos a los hermanos” (1 Juan 3:14).

Un hombre que ha nacido de nuevo tiene un amor especial por todos los discípulos verdaderos de Cristo. Ama a todos los seres humanos con gran amor general, pero tiene un amor especial por quienes comparten su fe en Cristo. Al igual que su Señor y Salvador, el ama a los peores pecadores y se aflige por ellos; pero él siente un amor peculiar por aquellos que son creyentes. Nunca se siente tanto en casa como cuando se encuentra en su compañía.

El los considera a todos como miembros de una misma familia. Son sus compañeros de batalla, luchando contra el mismo enemigo. Son sus compañeros de viaje, marchando a lo largo del mismo camino. El los comprende, y ellos lo comprenden. Podrían ser muy diferentes a él en muchos sentidos – en rango, en riqueza. Pero eso no importa. Ellos son hijos e hijas de su Padre y el no puede evitar amarlos. ¿Qué diría el apóstol de usted?, ¿Ha nacido usted de nuevo?

5) Vence al mundo.

En quinto lugar, Juan escribió: “Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo” (1 Juan 5:4).

Un hombre que ha nacido de nuevo es cuidadoso de su propia alma. No solo intenta evitar el pecado sino también todo aquello que pueda conducirle a él. Es cuidadoso respecto a quienes le acompañan. El sabe que la comunicación perversa corrompe el corazón y que la maldad atrae más que la bondad, así como la enfermedad es más contagiosa que la salud. Es cuidadoso sobre el empleo de su tiempo; su principal deseo es usarlo en forma provechosa.

El desea vivir como un soldado en un país enemigo – portando su armadura en forma continua y siempre preparado para las tentaciones. Es diligente siendo un hombre de oración, vigilante y humilde. ¿Qué diría el apóstol de usted?, ¿Ha nacido usted de nuevo?

6) La Prueba.

Estas son las cinco características principales de un cristiano que ha nacido de nuevo.

La notoriedad de las mismas es muy variable entre diferentes personas. En algunas apenas son perceptibles. En otras son muy marcadas, inequívocas, de tal manera que todos pueden percatarse de ellas. Algunas de estas características sobresalen más que otras en diferentes individuos. Es raro que sean igualmente evidentes en cualquier persona.

Pero aun después de tomar en cuenta posibles diferencias, tenemos aquí cinco aspectos que marcan a un sujeto que ha nacido de Dios.

¿Cómo debemos reaccionar ante estas cuestiones? Lógicamente solo podemos concluir una cosa – sólo aquellos que han nacido de nuevo muestran estas cinco características, y quienes no las tienen no han nacido de nuevo. Esta es la conclusión a la cual el apóstol nos quiere hacer llegar. ¿Posee usted estas características?, ¿Ha nacido usted de nuevo?

sábado, diciembre 19, 2009

NO CONOCEMOS EL EVANGELIO

Paul Washer en un sermon sobre la verdadera esencia del evangelio. Algo que se ha perdido con el tiempo.

"Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree; al Judío primeramente y también al Griego". (Romanos 1: 16; SRV)


lunes, diciembre 14, 2009

ERES UN VERDADERO CREYENTE?

Predicado por Paul Washer en español




Apoc. 3:15-16 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

domingo, diciembre 13, 2009

Viviendo con Jesús - Francis Chan


La gran mayoria de creyentes que hemos recibido el "colirio del Espiritu" para ver y entender realmente de que se trata el verdadero evangelio, hemos venido de una relacion en la que se trataba de venir a Jesus haciendo una oracion y creer que ya pertenecemos a la familia de Dios..... teniamos nuestras propias normas de conducta acomodadas con versiculos biblicos que nos respaldaran en lo que creiamos que era el evangelio..... que lejos estabamos de la verdad!!!!

Comparto este video con ustedes y espero que sea de gran bendicion en edificacion y enseñanza de lo que significa vivir con Jesús.

lunes, diciembre 07, 2009

CREA EN JESUCRISTO - JOSHUA HARRIS

¿Todas las religiones, caminos o filosofias llevan al mismo Dios?

ADVERTENCIA A LOS QUE PROFESAN SER CRISTIANOS



La puerta estrecha
(Mt. 7.13-14,21-23)
22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén.
23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.

viernes, diciembre 04, 2009

Amor Verdadero

Amor Verdadero
Por John MacArthur

¨Todo lo que necesitas es amor¨, esto cantaban los Beatles. Si hubiesen cantado sobre el amor de Dios, la declaración contendría un granito de verdad. Pero lo que la cultura popular suele denominar amor, no es en absoluto un amor auténtico: es un fraude total. Lejos de ser “todo lo que necesitas” es algo que debes evitar a toda costa.

El apóstol Pablo trata el mismo tema en Efesios 5:1-3. Pablo escribió: ¨Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos amados. Y caminad en el amor, como también Cristo nos amó, y se entregó por nosotros, en ofrenda y sacrificio flagrantes a Dios. Pero toda inmoralidad sexual, impureza o avaricia, no deben ser nombradas entre vosotros, como es propio de los santos¨.

La sencilla orden del verso 2 (¨Y andad en amor, como también Cristo nos amó¨) resume toda la obligación moral del hombre cristiano. Después de todo, el amor de Dios es el principio único y primordial que define completamente el deber del cristiano. ¨Todo lo que necesitas¨ es este tipo de amor. Romanos 13:8-10 dice, ¨El que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. Los mandamientos se resumen en estas palabras: Amarás a tu prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la ley¨. Gálatas 5:14 hace eco de esta misma verdad: ¨Toda la ley se cumple en una sola palabra: amarás a tu prójimo como a ti mismo¨.

De la misma manera Jesús enseñó que todas las leyes y profetas penden de dos principios básicos sobre el amor, como se explica en el primero y segundo mandamiento (Mat. 22: 38-40). En otras palabras, ¨el amor… es el vínculo con la perfección¨ (Col. 3:14NKJV).

Cuando el apóstol Pablo nos ordena caminar con amor, el contexto revela este concepto en términos positivos, al decirnos que seamos benignos unos con otros, misericordiosos, y nos perdonemos los unos a los otros (Ef. 4:32). El modelo de este amor desinteresado es Cristo, quien nos dio su vida para salvar a su pueblo del pecado. ¨No hay amor más grande que éste, que el que ofrece su vida por sus amigos¨ (Juan 15:13). Y ¨si Dios nos amó así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. (1 Juan 4:11).

En otras palabras, el amor verdadero es siempre un sacrificio, una entrega, es misericordioso, compasivo, comprensivo, amable, generoso y paciente. Estas y muchas otras cualidades positivas y benévolas son las que las Escrituras asocian con el amor divino (Ver 1 Cor. 13:4-8).

Pero fijaos en el lado negativo, reflejado asimismo en el contexto de Efesios 5. La persona que verdaderamente ama a otros como Cristo nos ama debe rechazar todo tipo de amor falso. El apóstol Pablo nombra algunas des estas falsificaciones satánicas. Éstas incluyen la inmoralidad, la impureza y la codicia. El pasaje continúa: “Que no exista la suciedad, las habladurías, ni las bromas pesadas fuera de lugar, y en vez de esto demos las gracias. Pues puedes estar seguro de que, todo aquél que es sexualmente sucio, impuro o codicioso(es decir, un idólatra) no tiene cabida en el reino de Cristo y de Dios. No dejes que nadie te mienta con palabras vacías, porque por estas cosas la ira de Dios cae sobre los hijos desobedientes. Así que no te asocies con ellos” (VV. 4-7).

En nuestra generación la inmoralidad es el sustituto preferido del amor. El apóstol Pablo usa el término griego porneia, el cual incluye todo tipo de pecado sexual. La cultura popular intenta desesperadamente difuminar la línea que separa el amor verdadero de la pasión inmoral. Pero dicha inmoralidad es una perversión total del amor verdadero, pues busca la auto gratificación, en lugar del bien de los demás.

La impureza es otra perversión diabólica del amor. Aquí Pablo emplea el término griego akatharsia, el cual se refiere a todo tipo de suciedad e impureza. Específicamente, Pablo tiene en mente ¨la suciedad¨, ¨las habladurias¨ y ¨las bromas pesadas¨ que son las características particulares del compañerismo malvado. Este tipo de camaredería no tiene nada que ver con el amor verdadero, y el apóstol afirma llanamente que no tiene lugar en el camino del cristiano.

La codicia es otra corrupción del amor que se origina en el deseo narcisista de auto gratificación. Es justo lo contrario del ejemplo que dio Cristo cuando ¨se entregó a Sí Mismo por nosotros¨ (v.2). En el Verso 5 Pablo iguala la codicia con la idolatría. Una vez más esto no tiene lugar en el camino del hombre cristiano, y según el Verso 5, la persona que es culpable de tal pecado, ¨No tiene lugar en el reino de Cristo y de Dios”.

Tales pecados, como afirma Pablo, “ni siquiera deben ser nombrados entre vosotros, como es propio de los santos” (V.3). Con aquellos que practican estas cosas, nos dice, ¨No os relacionéis¨ (V.7).

En otras palabras, no estamos demostrando el amor verdadero a menos que seamos intolerantes con todas las perversiones populares del amor.

Estos días la mayoría de las charlas sobre el amor ignoran este principio. ¨El Amor¨ se ha vuelto a definir como una amplia tolerancia hacia el pecado, abrazando el bien y el mal por igual. Esto no es amor, es apatía.

El amor de Dios no es así en absoluto. Recordad, la manifestación suprema del amor de Dios es la Cruz, donde Cristo ¨Nos amó y se entregó por nosotros, una ofrenda y un sacrificio flagrantes a Dios (V.2). Aunque las Escrituras nos explican el amor de Dios en términos de sacrificio, expiación de los pecados y propiciación: ¨En esto reside el amor, no en que hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su hijo para que fuese la propiciación por nuestros pecados¨ (1 Juan 4:10). En otras palabras, Cristo se convirtió en un Sacrificio para desviar la ira de un Dios ofendido. Lejos de perdonar nuestros pecados con una tolerancia benigna, Dios dio a su hijo como ofrenda por el pecado, para satisfacer su propia ira y justicia en la salvación de los pecadores.

Esto es el corazón del Evangelio. Dios manifiesta su amor de una manera que confirma su santidad, justicia y misericordia sin compromiso. El amor verdadero ¨no se regocija en hacer el mal, sino que se regocija en la verdad¨ (1 Cor. 13:6). Éste es el tipo de amor en el que se nos anima a caminar. Es un amor que primero es puro, y luego pacífico.